Utilizo como materia prima las primeras páginas de los periódicos El Tiempo, El Espectador y Voz. Destruyo los periódicos en una máquina de picar papel y los reorganizo en fragmentos pequeños en colores primarios, secundarios y grises. Después los pego sobre papel creando el aspecto de una pintura o de infografías estadísticas.

En este proyecto he encontrado vínculos entre lo cromático y la ideología y el resultado es un lenguaje visual que habla de las estructuras y dinámicas de los medios de comunicación. Estas obras son pinturas que, además de reflejar un nivel diferente de discurso político, están elaboradas con un material perecedero que se desecha muy rápido, se vuelve escaso, y luego se convierte en un objeto de arte.