El 4 de enero de 2016 se cumplieron 60 años desde que el artista japonés On Kawara (1932-2014) inició su serie de pinturas de fechas – “Today”. Estos cuadros fueron hechos con pintura acrílica y elaborados en el mismo día de la fecha en que cada uno fue pintado. Llegadas las doce de la noche de ése día y si el cuadro no estaba concluido, entonces se procedía a su destrucción. Para elaborar la pintura, el artista aplicaba al menos cuatro capas de base, principalmente de color negro aunque también usó rojo y azul. Los bordes de la fecha inscrita en el cuadro eran hechos manualmente y luego se rellenaban con varias capas de pintura blanca. On Kawara usaba brochas, regla, escuadra y cuchilla para perfeccionar cada una de sus obras. Una vez terminada la pintura, la guardaba en una caja que se ajustaba al tamaño y en las primeras obras de la serie dentro de la caja se incluía un recorte de prensa de la misma fecha y lugar en el que se hizo. Al final se produjeron unas dos mil pinturas de fechas.[1]

De estas pinturas, se ha dicho que se identifican con las imágenes primitivas de los pintores de las cavernas, que son un memorial al tiempo que tomó hacerlas, que son una meditación, y que a pesar de que no son autobiográficas sí constituyen una especie de autorretrato[2]. A mí me gusta y perturba al mismo tiempo la simpleza de estas piezas. Me sorprende ver cómo algo tan obvio y cotidiano como una fecha cualquiera se puede volver una obra de arte. Pero no se trata solamente de pintar una fecha sobre un lienzo, pues como diría un observador desprevenido “eso lo hace cualquiera”. Primero que todo, hay que tener la idea [y recordemos que el arte conceptual es un arte de ideas]. También, entre otras, es importante que el cuadro se hubiera hecho en la misma fecha que representa, y eso hace que se convierta en un testimonio de vida en ése momento además de que limita enormemente sus posibilidades de que sea repetible [aunque creo que su “reproductibilidad” u “originalidad” son poco relevantes en este proyecto].

On Kawara es una referencia muy importante para mí, no solamente por el gusto por la pintura, el uso de los periódicos, y el interés por las fechas de su publicación, sino por que lo considero un maestro del arte conceptual. Su capacidad para que algo muy simple implique un contenido y profundidad enorme, así como el señalamiento claro sobre aspectos esenciales de lo humano (el paso del tiempo, por ejemplo), me parecen admirables. La disciplina de trabajo y dedicación que se reflejan en las pinturas de fechas también son un ejemplo a seguir. Finalmente debo decir que no es que las pinturas de On Kawara o en general el arte conceptual siempre requieran una “explicación”, pero estar enterado del proceso y las ideas que sustentan el proyecto hacen que la experiencia y disfrute de estas obras sea diferente.

 

 


[1] Watkins, Jonathan. Eternal Return On Kawara. Ikon Gallery, 2006.
[2] Dallas Museum of Art. On Kawara. Yale University Press, 2008.

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